Великая Испанская революция (Шубин) - страница 352

Los pasos más decisivos en la ruta de la «democracia popular» en España eran posibles después de que terminara la guerra civil y la situación internacional cambiara. Cuando llegara el tiempo, sería posible unir a los comunistas y a los partidarios de política prosiviética en un partido unido y allanar a la oposición.

Al haber perdido la oportunidad de vencer a los azules, a la República le quedaba una sola posibiliad de sobrevivir: tirar hasta que estallara la Segunda Guerra Mundial. Esta oportunidad apareció en el septiembre del 1938 en relación con la crisis de Sudetes y permanecía en 1939 ya que la República gozaba de un, aunque pequeño, pero suficiente recurso de resistencia para mantenerse algunos meses en la situación impredicable de la Europa de preguerra.

Pero las fuerzas políticas dirigentes incluído al primer ministro Negrín concluyeron que la derrota era inevitable y comenzaron a buscar las posibilidades de minimizar las consecuencias de la catástrofe. Comunistas implicadas en el combate contra en fascismo estaban dispuestos a luchar hasta el último soldado. Pero también tenían que actuar en el marco de la política de Negrín cuyas maniobras provocaban desconfianza a una gran parte de los republicanos que temían quedarse al margen de la evacuación.

En resultado el motín de Casado obtuvo un amplio soporte político, incluso por parte de los partidarios de una capitulación incondicional. El revuelto provocó el fracaso de la República cuando quedaban sólo cinco meses hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

El derrumbe de la República española fue una prueba evidente del fiasco de la estrategia del Frente Popular y seguridad colectiva que Stalin a tan duras penas había decidía realizar en 1934–1936.

En resultado de la guerra civil Franco determinó su posición de neutralidad a cual se inclinaba ya en los días turbios de Munich. Aunque de aquel modo la Repúlica ganó: desangró el franquismo y impidió a involucrar España en la Segunda Guerra Mundial.

En el mismo tiempo en España se libró el primer combate en la lucha que terminaría por la derrota del bloque fascista en 1945.

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El movimiento hacia la democracia industrial fue terminado no en consecuencia de procesos internos que había ocasionado, sino en resultado de una supresión forzosa de la revolución. El hecho de una derrota militar como tal no da lugar a concluir que uno u otro modelo es inviable en lo principal. Hay ejemplos de otras estructuras sociales y políticas que en otras condiciones militares y políticas daban muestras de alta eficacia y viabilidad. El problema de viabilidad de la alternativa sindicalista se resume en la posibilidad de su existencia, conservando su particularidad respecto al modelo «capitalista» y «estatista-comunista».